martes, 29 de diciembre de 2009

O que será que será


El año pasado hice un recuento de mi año 2008, y me pareció una manera seudo didáctica de reforzar la memoria o que se yo. Este año, como que no tengo ganas... me da lata. ¡Es que cuesta despegarse del pasado y del futuro!, y uno como que se olvida de vivir el presente y disfrutarlo al máximo.
En verdad lo que realmente quiero es escuchar música y escribir unas cuantas líneas sobre el coco.
El coco, esa fruta tropical que es tan sabrosona, es un clásico del Brasil. Es la fruta ideal ya que quita el hambre y además la sed.. ya que adentro tiene juguito, y después de beberlo uno le dice al caballero que te vendió el coco que te lo abra, y te puedes comer la parte de adentro.
Bueno, después tu dejas el coco en un basurero con sus otros amigos cocos sin juguito, y los artesanos lo procesan para poder trabajarlo y hacen miles de cosas entre las cuales podemos nombrar; aros, pulseras, collares, ceniceros, el típico chauchero de coco, atriles y un sin fin de objetos hermosisimos.
Y ese es el ciclo del coco, que resulta muy rentable para las personas que lo trabajan, ya que es parte de la cultura brasilera y por ende, es parte de la vida cotidiana del país.
Brasil es un país es lindísimo, que aparte de tener unos paisajes realmente preciosos, la gente no para de sorprenderme con su alegría. Esto mismo me ha hecho pensar en lo que quiero en mi vida, y una vez más he llegado al mismo punto: Amor, arte y armonía.

PD: Mami te extraño!

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