Hace aproximadamente un mes, tuve mi primera clase de biología en la universidad. ¿Qué hizo esa clase inolvidable?. El comentario anti-bacteria de una mujer
¡Es que nadie puede odiar las bacterias! ¡Si son tan geniales!. Acto seguido.. yo llorando por la pasarela.
Hace poco, pude hablar mi problema bacterioso, y confesar el patético momento. Pero la pregunta que hoy en día nos convoca es, ¿Qué pasó con la niña anti bacteria?. Extrañamente no volvió a aparecer por la U... y en realidad mi hipótesis es que se la comieron las bacterias.
Moraleja de la historia: No se meta con las bacterias, significa meterse en las patas de los caballos. Estamos indefensos ante las bacterias, ya que según una fuente de confianza : ¡¡El Lisoform no sirve!!.
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