lunes, 5 de abril de 2010

Platón, platón



¡¡Puuucha que se equivocarme!!
Quiero un reloj para detener el tiempo, y congelarlo cuando me lamías el ojo.
Gracias por tu verdad, y tambien gracias a Dios que creó tu sonrisa, que es la más bonita de todas.


Bueno... ¡y la vida sigue!

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