Gira y da vueltas

Y llega un momento donde todo vuelve a empezar, y una vez más se comprueba de que muchas veces se da la vida ciclica, como la canción de Café Tacuba, "el ciclón".
Y a pesar de todas las lágrimas y miradas frente al espejo con pose "soy super-mega-poderosa", al encontrarme frente a situaciones que ya sucedieron, vuelvo a sentir las mismas sensaciones que me produjeron en un comienzo, y se me olvidan los "porque" de tantas cosas.
Es esto lo que me da miedo, de que bajo un trance de inconciencia volver a caer en los mismos errores, y en olvidar como un pez vulgar.

¿Entonces que mejor para evitar estas situaciones? Huir.
Aunque corriendo soy pésima.

Por ejemplo, hace dos años me fuí de vacaciones a Tongoy con el disco In the Rainbows de Radiohead en el mp3. En ese tiempo alucinaba con Reckoner. Bueno en ese tiempo, escuché tanto el disco que despues me saturó. Y hoy, caminando por la calle escuché en un auto que pasó por mi lado esta canción que nuevamente me hizo alucinar tan brigidamente como la primera vez. Y la he escuchado tanto, que hoy a las 2 y media de la madrugada, siento que me apesta nuevamente.

Y así tambien puedo ejemplificar con un tipo tan nada como es Álvaro Ballero, que en sus tiempos de reality fue tan patético y uno (televidente ingenuo) pensó... "no ese hombre no volverá a aparecer en la televisión". Y hoy cuando prendí la tele, lo ví ahí, de nuevo en un reality, tan patético como la primera vez.

Y por último está el ejemplo de un macho que guardaremos su identidad porque tiene polola hace varios años ya. Cuando yo lo conocí (antes de que se fuera de Santiago) me encantaba, tan solo con su mirada de ñoño-super-sensual-pro vida natural quinceañero, me hacía sentir como colegiala de teleserie mexicana. El tiempo pasó y obviamente se me olvidó, pero hace como una semana atrás me lo encontré y sentí exactamente lo mismo. Miré mis pies, y estaba convertida en una colegia cualquiera con mi buzo-pseudo pijama. Y él, taaan ñoño como siempre.

Entonces en conclusión, la vida es pseudo ciclica, gira y da vueltas y rueda y rueda. Y al parecer siempre vuelve a su forma original, aunque sea por un segundo.