Estaba el otro día en la casa de mi amiga íntima Celia, cuando me dan unas ganas locas de ir a orinar. Entonces voy, levanto la tapa del wc, y veo al excremento más grande del mundo. Era gigantezco, enorme, XL. ¡Impresionante!. Lo peor era que se había cortado el agua y no se podía tirar la cadena. Para despejar la mente, y no orinarme, comencé a buscar al culpable, al dueño del mega hiper excremento. Despúes de haber hecho una super investigación, descubrí que el susodicho era un niñito de 5 años. (Fué sorprendente porque el residuo era más grande que el chicoco).
Por eso, le pregunto a ud. querido lector,
¿Qué chucha están comiendo los niños?
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